A poco que se haya estado siguiendo la actualidad del sector de la automoción cualquiera sabrá que la industria se encuentra paralizada debido a la falta de microchips. La pandemia de coronavirus detuvo la producción de las pocas fabricas dedicadas a ello y se tardarán varios meses en volver a la normalidad.
Para las fábricas de vehículos esto ha representado desde reducciones de jornadas de trabajo hasta detenciones totales de la producción. La poca oferta de coches nuevos ha llevado la venta bajo mínimos. Por su parte la compraventa de vehículos de ocasión sigue creciendo.
Frente a esta situación de desconcierto motivado por la crisis de los microchips, el renting está apoyándose en la extensión de contratos para seguir siendo competitivos.
La extensión de contratos, clave para la actualidad del renting
Frente a las dificultades que tienen las empresas de alquiler para acceder a vehículos nuevos, estas están apostando por la extensión de contratos. Se trata de prorrogar los servicios que están a punto de caducar a la espera de que la producción de coches alcance niveles previos a la pandemia.
Estas prorrogas en los contratos implican una recalculación de distintas variables, como el precio, para aumentar su duración entre 6 y 12 meses. Esta estrategia es un ejemplo más de la capacidad del renting para adaptarse a los diferentes contextos y necesidades de la movilidad.
Respecto a cuánto durará la crisis en la producción de microchips hay pocas certezas. Las fábricas están volviendo a la normalidad poco a poco, pero la demanda de chips no deja de crecer día a día. Se están barajando incluso la opción de mantener esta situación hasta los primeros meses de 2022. Desde Invarat confiamos en que el renting de coches mantendrá su relevancia durante todo este tiempo.
Fuentes: Invarat y Freepick. Invarat, gabinete pericial de referencia internacional.