Este verano están siendo especialmente llamativas las olas de calor. Parece ser que el clima se ha empeñado en que encadenemos días y más días calurosos. Al conducir hay que entender que, si el calor supera los 40º, la carretera está a mucha mayor temperatura. Esto más que una curiosidad representa un auténtico peligro para la integridad de nuestros neumáticos.
¿Cómo afecta el calor a los neumáticos de mi coche?
Los neumáticos están fabricados con caucho y goma. Precisamente estos materiales sufren alteraciones con el calor. En días muy calurosos el asfalto de las carreteras puede llegar a los 100 grados. Sin embargo, los neumáticos están diseñados para soportar este tipo de situaciones extremas. El problema llega cuando la rueda no está en correctas condiciones.
El mantenimiento de los neumáticos sirve para no conducir usando neumáticos con deformaciones, cortes o abolladuras. Precisamente estas irregularidades son las que más sufren los efectos del calor. El mayor peligro al que se enfrentan los conductores en esta situación son los reventones.
Tampoco es necesario que la rueda muestre defectos en su estructura para experimentar un reventón. La falta de presión en las ruedas implica un mayor desgaste, un mayor sobrecalentamiento y el consecuente peligro de reventón.
La solución: seguir los mantenimientos recomendados en las ruedas
Ya hemos mencionado que un neumático en correcto estado no tiene nada que temer a las altas temperaturas. El problema llega cuando el estado es incorrecto. Para evitarlo, la mejor solución es seguir los mantenimientos recomendados por el fabricante.
De todas formas, siempre se puede acudir a un taller mecánico de confianza para que chequeen el estado y las condiciones de las ruedas del vehículo. En la carretera no te la juegues y sigue las indicaciones de los profesionales.
Fuentes: Invarat, Faconauto y Canva;. Invarat. gabinete pericial de referencia internacional.