La caja de cambios es de esos componentes del coche que son imprescindibles. Pueden ser automáticas o manuales, pero nunca verás un automóvil sin una caja de cambios. Su función es la de establecer qué ejes son activados por el motor estableciendo la velocidad y fuerza generada.
Por norma general la primera marcha de la caja de cambios obtiene un tercio de la velocidad generada por el motor, pero el triple de fuerza. Las marchas sucesivas aumentan la velocidad a cambio de perder fuerza.
Las cajas de cambio están formadas por tres árboles: el primario, el intermedio y el secundario. El eje de marcha atrás está ubicando entre los árboles. La carcasa es la encargada de cubrir y proteger los ejes.
Síntomas de avería en la caja de cambio
Entre las señales de que la caja de cambios está averiada se encuentra la dificultad para meter marcha. Esto puede deberse a que el embrague está mal ajustado. Es posible que sea necesario lubricar y ajustar el varillaje del accionamiento junto a comprobar la tensión del cable del embrague.
Puede pasar que directamente el mecanismo se bloquee al intentar cambiar la marcha. Esto se produce cuando los bolillos de seguridad quedan obstruidos. También puede ocurrir que, al desgastarse, dos bolillos entren a la vez. En cualquier caso, habrá que cambiar los bolillos.
Otro caso es que se produzca ruido al cambiar de marcha. Estos problemas están relacionados con el desgaste del embrague. Conviene revisar la tensión del cable, los estados de los anillos y el desgaste de los sincronizadores.
Cualquier problema que experimente tu vehículo relacionado con el cambio de marchas debe ser solucionado en un taller mecánico. Allí serán los profesionales en mecánica quienes diagnostiquen y solucionen las posibles averías.
Fuentes: Invarat, Motor.es y Canva;. Invarat. gabinete pericial de referencia internacional.